Cazando (libre)

Voy, por primera vez, a la cabeza del grupo. Antes de llegar a la ciudad, les trasmute varias capas, así podrán esconderse, pues todos somos conocidos en esta ciudad, incluso yo.
Los de la G.P.M. Deben de estarnos siguiendo, seguramente el rubio y la pelirroja tienen especial interés en dos criminales, una de antaño y un loco mata brujos llameantes ¿Quién será ese loco eh? Yo, un alquimista rebelde de seguro.

Entro a al edificio, abriendo la puerta como si fuera mi casa. Adentro varios sujetos me miran, con asombro y miedo, otros solo se enfurecen, algunos no me prestan atención. Me acerco, seguido por mis compañeros, a la recepción improvisada que hay en el refugio y hablo con el hombre ahí sentado.

-Necesito información-le digo con una mirada fija-en el Valle sin nombre hay algo, acabo de enfrentarme a varios seres indeseables allá. ¿Sabes algo de eso?

El hombre parece, con mis palabras, haber salido de algún sueño profundo, creado por la inevitable verdad golpeándole el rostro. Me mira sorprendido y se pone de pie.

-Ahí…no hay nada-dice con miedo.

Yo sonrío y mis ojos se ponen a brillar de azul intenso. Estoy a punto de trasmutar mi espada, veo sus ojos de miedo pero me detengo.

-Mejor que la suerte te salve-le digo al hombre y me hago hacia atrás, dándole oportunidad a mi compañero pirata hacer el trabajo.